15/5/09

Paniqueso

Todos nacen sabiendo jugar al paniqueso. Lo más importante en este juego es que cualquiera lo puede jugar. Tanto hombres como mujeres. Ricos o pobres. Zurdos o derechos. Se puede tener pie plano o ser rengo. Lo único que se necesita es que haya como mínimo dos jugadores, y un máximo de dos. Se recomienda hacerlo sobre una superficie plana, para evitar torceduras y abandonar antes de la finalización del juego. Esto podría motivar las cargadas de los amigos que conforman el público, y traer así trastornos psicológicos muy difíciles de superar.

Para dar comienzo, lo primero que se debe hacer es asignarle un rol a cada uno de los jugadores: uno será “pan” y el otro “queso”. Algunos fundamentalistas del paniqueso insisten en que se debería jugar un paniqueso previo para determinar quién es “pan” y quién “queso”. Muchos prefieren ser queso, aunque no haya una estadística que indique que siendo queso uno aumente sus posibilidades de ganar. Una vez definido esto, los jugadores deben pararse enfrentados a una distancia convenida entre ellos. Pueden ser dos metros, cinco cuadras o diez kilómetros. En este último caso, hay que tomar la precaución de que el juego se puede extender durante un tiempo muy prolongado.

El objetivo es quién de los dos pisa primero el pie del rival. Se conocen muchas estrategias para lograrlo. Una de las más conocidas, pero no más fáciles de llevar a cabo, es conocer el número de calzado del oponente. Éste no es un dato menor: sabiendo cuánto calza el otro, más el número propio, uno puede calcular desde donde empezar para saber cuándo va a pisar al contrincante. Es obligatorio que cada vez que un jugador avance, diga “pan” o “queso” según le corresponda. De no hacerlo, pueden recibir sansiones severas que van desde retroceder “un pie” hasta quedar eliminado del juego.

La lógica del paniqueso es jugarlo para ganar algo. Resulta extraño entonces que nadie se perfeccione para llegar a ser un gran jugador: todos dejan su suerte librada a la suerte. Piensan que lo más importante es la disputa posterior, subestimando lo que realmente podría determinar su futuro. La particularidad del paniqueso es que es una competencia previa a otra competencia. Y siempre se juega con el fin de resolver algo. Esto justifica a aquellos que insisten en eliminar todos los desafíos, todos partidos, todos los duelos del mundo, argumentando que se podría resolver directamente con el paniqueso.

1 comentario:

Santi dijo...

jaja buenisimo vieja