No me imagino tal agonía. No quiero sufrirla, pero si no la sufro jamás conoceré la suavidad de la tonada. De ese corazón, porque late tan pasivo y suavemente. Tan suavemente que se siente como un lullaby. Me acurruca en sus ondas imaginarias. Y sabe tan dulce, tan dulce que me hace entregar todo por nada. Destroza mi cuerpo, desgarra mis venas, está bien, esté bien porque jamás, jamás olvidaré esa tonada. Que ahora acaricia mi cicatriz.
3 comentarios:
Tenía que haber sido más precavido y darse cuenta que es inútil morir de amor. Morir por nadie.
Un abrazo
La pucha che, al final palmó... será que las esquirlas de corazón son mortíferas...
No me imagino tal agonía. No quiero sufrirla, pero si no la sufro jamás conoceré la suavidad de la tonada. De ese corazón, porque late tan pasivo y suavemente. Tan suavemente que se siente como un lullaby. Me acurruca en sus ondas imaginarias. Y sabe tan dulce, tan dulce que me hace entregar todo por nada. Destroza mi cuerpo, desgarra mis venas, está bien, esté bien porque jamás, jamás olvidaré esa tonada. Que ahora acaricia mi cicatriz.
Cyn-thi : )
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